sábado, 13 de noviembre de 2010

HE BUSCADO SIN TREGUAS


He buscado sin treguas a el hombre perfecto
y siempre que lo encuentro resulta que no es el.
Yo quisiera, si acaso, leyese mis lamentos
que salte del sigilo y que toque mi puerta.
Yo le abriré en seguida, sin preguntarle nada.
Sacaré la vajilla que compré en el oriente,
y extenderé el mantel sobre la mesa limpia.
Que no existe, me han dicho, que lo venció la muerte.
Pero en mi pecho vive una fuerte esperanza
que jamás va a morir y cuando por fin muera
será porque ha llegado la que alarga mi espera.
Yo quisiera, si acaso, leyese mis lamentos,
viniera a presentarse y a decirme que andaba
buscándome abatido porque no me encontraba.


No hay comentarios:

Publicar un comentario